Juan Andrés es un pintor madrileño que vive y trabaja en Campillo de Ranas. Tiene un pequeño museo y es visita obligada.
Sus cuadros son buenos pero lo que realmente te asombra y admira es la habilidad que tiene para reducir a la mínima expresión una casa. Son viviendas del entorno (pueblos de la arquitectura negra) convertidas en maquetas maravillosas que te trasladan a un lugar y a un momento del pasado. “Recrea la vida cotidiana de estos pueblos a través de sus viviendas, sus utensilios o enseres y sus oficios más ancestrales”.
Cuando observas, por ejemplo, la panadería tienes la sensación que está habitada por seres diminutos que se han escondido para que no les observes. No le falta un detalle (harina esparcida por el suelo, paredes antiguas desconchadas, muebles deteriorados por el uso, herramientas y aperos que funcionan…) todo cuidado al máximo rayando la perfección.
Lo visito muy a menudo y siempre encuentro algún detalle que se me pasó la vez anterior. O vas con tiempo o repites.